Esta tarde, hemos tenido la oportunidad de visitar la Plantación de "Oak
Alley Plantation", podríamos decir que es un viaje al pasado del mundo del sur de los Estados Unidos, como una escena
de "Lo que el viento se llevó" congelada en el tiempo y que puedes
vivir en una visita a lo que de verdad fue una plantación sureña.
Por suerte, hemos tenido a una guía turística que nos ha contado muchísima historia acerca del sur de los
Estados Unidos, cuando era un territorio agrícola, al contrario que en el norte
era el industrial. En el sur se cultivaban las materias primas, en este caso,
en Louisiana, en torno a Nueva Orleans eran las plantaciones de caña de azúcar,
no algodón como en los estados de Carolina o Georgia. Las familias adineradas
de esta época vivían en sus mansiones dentro de sus plantaciones con casas en
la ciudad, alternando la vida en el campo con la vida de la alta sociedad de
las ciudades.
Como le hemos contado a la guía, el increíble trabajo que estábamos haciendo para nuestra asignatura de Didáctica de las Ciencias Sociales, nos ha dejado hacernos una foto para cerciorar que estábamos allí.
Mientras la guía nos contaba su historia, de una familia adinerada, me recordaba a la película "Lo que el viento se llevó"
refleja muy bien como era este mundo y como cae. Hoy hemos visitado la Plantación
de Oak Alley, que fue construida por la familia Roman, unos ricos
productores de azucar. Como en la película los doce robles, en este caso son
los mismos árboles los que le dan nombre a la plantación. El "callejón
de robles" es más o menos como se puede traducir Oak Alley.
Bueno, he de contaros algo.. ANDRÉ SE VIENE CON NOSOTRAS A LA HABANA! Cuando hemos acabado de visitar esta increíble mansión; nos estaba esperando fuera en su BMW, y nos ha invitado a todas a cenar, en el postre, mientras Patri se zampaba una mousse de chocolate, Paula devoraba el coulant de vainilla, Alba se tomaba unas frutas variadas, Carmen con su helado de chocolate, Ana tomaba fresas con nata, y yo me decantaba por la tarta de queso y arándanos. André decidió declararse, y le dijo algo parecido a:
Y Carmen, con su perfecto francés, ha empezado a reírse entre dientes, e iba diciendo entre murmullos que es lo que había dicho, y sí, acabaron con un beso de amor apasionado.
Ahora voy a dormir bloggers, que en nada nos toca viajar a la Habana.
Besitos de amor y caramelo, Raquel.
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